viernes, 11 de abril de 2008

El origen de la lluvia

Bloguear por la tarde. Navegar a la deriva a través del Mar de la Niebla. Mirar las cajitas apiladas donde vivimos. Liar un cigarrillo, lavar dos platos, contemplar tres libros sin decidirse. ¿Abrirlos? ¿Leerlos? ¿Fugarse? ¿A dónde?

Si os adentráis en la jungla de Travessera de Gracia veréis al ser humano saliendo de su crisálida. Veréis las botas altas, los modelos minimalistas de corte japonés, las blusas de seda brillante, los sombreros de diseño, los abrigos de primavera.

Porque el gran triunfo consiste en que el escaparate logre escapar de su prisión de cristal y que cada uno de nosotros sea un maniquí. Y lo que más me fascina es saber cómo lo hacéis para poder pagar todo esto.


No estoy triste porque llueva.

Llueve porque estoy triste.

1 comentario:

TAU dijo...

els maniquis son armes de destrucció massiva!! fem la guerra!!!!
avui mhe trobat mil·lers de coses que havien sortit d'una daquests crisàlides i he trobat més gent que viu al marge del sistema compra compra compra com jo.
Tu no aguantaràs masa temps entre caixetes, per molt grans que siguin les teves finestres, donen al pati interior!
I encara tens les ales, no les amaguis ;)